Tarde de jueves, fines de agosto. Entre personajes pixelados de varias generaciones, amigos, cervezas, consolas y música, nos reunimos con los muchachos de Gamedev Utem, una agrupación de jóvenes ingenieros informáticos que, en conjunto con la Universidad Tecnológica Metropolitana, además de docentes y alumnos de Diseño en Comunicación Visual, trabajan en el desarrollo de videojuegos, fusionando las dos áreas esenciales para que estos cobren vida, virtual y real: Diseño + Programación. Precisamente, Gamedev surge con esta motivación, como un heredero o incluso, una extensión de SoulBattery, nuestra agrupación de desarrollo de videojuegos, nacida hace ya intensos 5 años, a estas alturas, casi años luz. Ante la necesidad de contar con desarrolladores aptos en SY, Francisco Pino Sáez, su director, hace un llamado a través de las redes sociales, para contactar informáticos y programadores que sientan pasión por los videojuegos. Los muchachos se integran rápidamente a SoulBattery y como una reacción en cadena, se suman a los proyectos existentes y a la generación de nuevas propuestas. De esta experiencia es que conversamos en el Insert Coin de Irarrázaval, mientras compiten entre ellos por romperla en la pista de Mario Kart. Carlos Cordero, Diego Higuera, Nicolás Rodriguez, Rabsadi Lefort, Felipe Torres y Juan Silva bromean, se intercambian los controles y sin mayor discusión, deciden abordar esta entrevista de forma grupal: todos contestan las preguntas, como un equipo.
– ¿Cómo conocieron a SoulBattery? Qué fue lo que les llamó la atención o hizo que se decidieran a participar en el staff?
“Fue sencillo: vimos un tweet del profe – Francisco – con la invitación para participar en un grupo de desarrollo de videojuegos, en la UTEM. Al principio, no creíamos que fuera cierto, que una iniciativa así surgiera en la Universidad. Ante las dudas, investigamos un poco, googleamos a Pancho y al ver a SoulBattery y sus proyectos, nos decidimos a participar, además porque se nos dio la posibilidad de integrarnos, de ser parte de algo que queríamos proponer, pero que ya existía, que había salido desde el mundo del diseño y que desconocíamos, hasta ese momento. De igual forma, que Carlos Cordero – el más antiguo del grupo en SY – integrara el staff, fue un incentivo a sumarnos, porque conocemos sus capacidades, ya que fue nuestro ayudante en varios ramos de la carrera de Ingeniería en Informática”.
– ¿Qué opinan del desarrollo de videojuegos en Chile, de los estudios y proyectos que actualmente se están haciendo en el país?
“La industria en Chile, aunque ha tenido un auge en los últimos dos años, aún está en pañales, básicamente porque creemos que existen falencias, empezando por la relación que se establece entre diseñadores e informáticos, donde la comunicación no siempre es óptima… pero principalmente, se necesita un cambio de switch, entender que desarrollar un videojuego es desarrollar un software. Actualmente, hay un déficit de ingenieros informáticos que estén dispuestos a trabajar en el Diseño de videojuegos, porque en las escuelas se enseña a programar y generar sistemas, pero no se explica de la misma forma cómo usar esas herramientas, en qué áreas podrías desempeñarte. El paradigma académico en el que estamos no considera el videojuego como un campo de acción, porque es “netamente entretención” y no tiene utilidad… Cuando ese concepto cambie, sin duda la industria del videojuego en Chile se incrementará”.
– ¿Cuáles son las proyecciones o metas que quieren alcanzar participando en SoulBattery?
“Nuestra principal proyección es afianzarnos como grupo de desarrollo, como ingenieros que trabajan creando videojuegos. Actualmente trabajamos programando, pero queremos llegar a estructurar una empresa del rubro y crecer en el ámbito de la ingeniería: desarrollar simuladores, consolas, nuevos controles… abordar de forma integral y diversa la industria de los videojuegos”.
– ¿Cuál fue tu primera aproximación al mundo de los videojuegos? ¿Cuál es tu sensación al respecto, hoy en día?
* Carlos y Felipe responden a esta pregunta, conjuntamente:
– Carlos: “Mario Kart y Súper Nintendo”.
– Felipe: “Mi abuelo tenía en su casa un computador, que tenía cargado un juego de ajedrez. Después, tuvo un Atari, en el que pude descubrir otros juegos, porque el ajedrez no lo considero como un videojuego”…
Sobre esa sensación inicial, de la “primera vez” frente a un videojuego, Carlos complementa: “Simplemente, es otro mundo, que te permite hacer cosas que no suceden o que no harías en la vida real. La primera vez que manejas un control no se puede explicar… quieres mover el volante del Mario Kart, pero no puedes… eso genera frustración y esa sensación se ha repetido, pero en otros niveles. Cada vez que juego, siento algo de frustración pero ahora me gusta, porque hace que persista en avanzar en el juego, que éste me genere interés. Obviamente, debe haber un equilibrio en el nivel de dificultad”.
– ¿Cuáles son tus hobbies? ¿A quién admiras y/o con quién te identificas? Define tu personalidad en 3 palabras o conceptos.
En esta ocasión, los chicos, entre risas, deciden que debe ser Diego quien responda: “Me defino como extraño, esa es la palabra que mejor me describe, soy una persona rara porque me gusta hacer cosas fuera de lo común. Desde chico supe diferenciar entre la realidad y la ficción; sabía que necesitaba no matar mi imaginación, para ser realmente creativo, entonces tenía varios hobbies, como jugar en la plaza o con mis amigos, inventaba mis propias aventuras. En cuanto a mis referentes, admiro al que considero mi triestamento creativo: Miyamoto, que me introdujo en el mundo de los videojuegos y Gozziny y Uberzo, creadores de Asterix, que me hicieron entrar en el mundo de los comics, una gran influencia para mí. Más adelante, espero poder plasmar todo ese aprendizaje y más en mis propios videojuegos, el medio de comunicación por excelencia hoy en día, el más completo”.
– Finalmente, ¿Qué te gustaría traer del mundo virtual al mundo real y viceversa?
“Desde el mundo virtual a la realidad, sin duda, traeríamos la tecnología, los poderes y súper poderes, los puntos de experiencia, la posibilidad de subir de nivel y adquirir habilidades, la capacidad de volar, los robots gigantes… Si realmente existieran las granjas de Pikachus, no habría problemas energéticos en el mundo… Hoy en día, todo lo del mundo real se está llevando al mundo virtual, pero hay una división: hay cosas que solo te atreves a hacer en el videojuego porque sabes que es una simulación, en la vida real tendrían otras consecuencias. Por otra parte, algo que sería interesante llevar del mundo real al virtual es la figura del antihéroe, ese héroe que no quiere serlo, no lo buscó, pero que asume. En las propuestas actuales falta potenciar personajes así”.
Bonus track: Tu videojuego favorito es… Ahora todos se agolpan para contestar: “Súper Mario 64”, “Need for Speed”, “Ocarin of Time”, “Zelda”, “Resident Evil”…
Al terminar la conversación – y la partida de Mario Kart, donde llegó en el número 12, a duras penas- concluyo que estos chicos son desarrolladores con ideas y objetivos claros. Aún descubren como insertarse en una industria que sigue siendo una tarea épica por estos lados del mundo, pero saben que deben seguir trabajando duro para subir de nivel y alcanzar las metas que, en la vida real, empiezan a proyectarse. El juego recién comienza, you win / game over son las posiblidades… En sus manos está el control para realizar la mejor partida de sus vidas.
Por Catalina Tonacca
Área Periodística en SoulBattery.